Romero animó a los soldados españoles a desertar, tanto a los profesionales como a los de reemplazo, y argumentó que "las Cortes Generales han autorizado que los soldados españoles actúen en misión de paz y presten ayuda humanitaria en cualquier lugar del mundo".

"El Congeso", añadió, "no ha declarado la guerra según la Constitución, así que cualquier militar español que decida realizar una objeción de conciencia ante una situación de este tipo, lo ganaría ante los tribunales de justicia porque un soldado que se encuentre en esta situación no tiene obligación de obedecer ni al Gobierno de España ni a los generales del Ejército".

Asimismo, criticó el embargo contra Yugoslavia, ya que "el petróleo no es un arma de guerra y, sin embargo, sirve para la industria, la calefcción y para los hospitales".

También denunció que "la OTAN determine un embargo erigiéndose en policía del mundo y cargándose el derecho internacional" y aseguró que "la OTAN está actuando de manera criminal".