Asimismo, Ripoll destacó que estas personas, por medio de un portavoz, han manifestado "estar encanados de haber aceptado venir libremente, porque se les está tratando francamente bien".

El consejero explicó que la mayor preocupación de los acogidos es poder contactar con los familiares que han dejado en Kosovo. En este sentido, Ripoll indicó que se les ha facilitado todos los medios para que se comuniquen con su familia. "Alguno de ellos llegó a estar 45 minutos hablando por teléfono", aseguró.

Asimismo, Ripoll indicó que los refugiados son personas que "vienen con mucho temor, preocupadas, fndamentalmente, por su futuro y, en concreto, por el futuro de los niños". "Son grupos familiares que tienen niños de todas las edades, pero, en general, menores de 15 años", agregó.

Los 234 refugiados de Kosovo acogidos en Cheste han sido distribuidos por familias y han sido provistos de ropa nueva y calzado, además de útiles de aseo personal. Ripoll dijo que estas personas se encuentran ahora "más cómodos y bastantes más tranquilos".

En cuanto a la asistencia sanitaria, una anciana fue trasladaa desde el aeropuerto de Manises al Hospital La Fe aquejada de una insuficiencia renal, debido a que no se le había hecho la diálisis que necesitaba. Además, una niña ha sido tratada esta noche de una dermatitis y un bebé de 17 días, el más pequeño del grupo, pudo darse el primer baño desde su nacimiento.

Aunque el recibimiento fue "satisfactorio", Ripoll lamentó "el hecho de que en los umbrales del siglo XXI un grupo de personas sean desplazados por la fuerza, sacados de sus domicilios, de sus tierra y alejadas tantos kilómetros de sus casas".