Matutes dijo que mañana mismo podría empezar a negociarse la retirada de las tropas serbias, para a continuación proceder al despliegue de las fuerzas multinacionales que, según los diez puntos del plan de paz pactado con Milosevic, deberán hacerlo bajo bandera de la ONU.

El ministro señaló que el despliegue militar tiene como principal objetivo "permitir un retorno seguro y pacífio de los refugiados a sus hogares. El motivo principal del conflicto ha sido para permitirles ejercer ese derecho, que es lo que ellos desean, por lo que va haber colaboración por parte de todos".

Admitió que "ese retorno está plagado de dificultades, porque muchos de estos hogares han sido incendiados o destruidos", pero "creemos que, dada la firme voluntad de estas gentes de volver a sus casas, podrá hacerse lo más rapidamente posible, pero en todo caso va a necesitar tiempo".

Antes de dar la reda de prensa, Matutes se reunió en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores con los portavoces de los principales partidos de la oposición: Antonio García Santesmases, por el PSOE; José Navas, por IU; y Carles Campuzano, por CiU.

Estos portavoces parlamentarios hicieron posteriormente declaraciones, por separado, a los periodistas. García Santesmases destacó que la Unión Europea debe ahora colaborar plenamente tanto en la reconstrucción material de la zona de los Balcanes afectada por los bombardos como en la recomposición de la convivencia entre las etnias y los grupos nacionales enfrentados.

José Navas dijo que es preciso definir con claridad el papel de las Naciones Unidas en el despliegue de las fuerzas de pacificación, así como el modelo administrativo de Kosovo. Campuzano señaló que es necesario tener en cuenta la voz del pueblo kosovar en el proceso de pacificación.