El Grupo Táctico Español "Tizona" inició su actuación el pasado 28 de octubre, cuando un campesino de etniagitana denunció a los soldados españoles que un supuesto policía le había pedido 50 marcos por la "protección" de su familia y sus bienes, bajo amenaza de sufrir "otros percances" si no pagaba.

El amenazado tuvo que pedir prestada la cantidad, pero, cuando fue a pagar a la "comisaría" clandestina, se le anunció que la extorsión se repetiría periódicamente, por lo que decidió denunciar los hechos.

La Guardia Civil del contingente español detuvo a tres sospechosos, uno de los cuales reconoció que, uando finalizó la guerra, había realizado amenazas a personas de etnia gitana.

Posteriormente, las pistas facilitadas por el sospechoso que reconoció las amenazas condujeron a los legionarios españoles a un local en Durakovac, que era utilizado como "comisaría" clandestina, con el fin de citar a los gitanos previamente amenazados, para interrogarlos y obligarlos con palizas a pagar por su "protección".

La Guardia Civil detuvo posteriormente a dos "policías" clandestinos y a una tercera persona, e cuyos domicilios ha requisado tres fusiles de asalto AK-47 "Kalashnikov" y otro SKS, además de una escopeta.