"En tanto no se cumplan estas condiciones, la Alianza continuará sus acciones aéreas contra la maquinaria de guerra de Yugoslavia e intensificaremos nuestras acciones militares", avirtió en tono contundente.

Aznar, que anunció un próximo viaje a Moscú -del 16 al 19 de mayo- para tratar esta crisis, entre otros asuntos, elogió los intentos de diálogo emprendidos por Rusia, cuyo papel juzgó "indispensable", pero advirtió que la viabilidad de cualquier fórmula diplomática depende también de la cohesión y firme determinación de los miembros de la Alianza.

En su comparecencia en el pleno de la Cámara, Aznar explicó que la tercera fase del plan de la OTAN, en la que se pretende quebrantar la voluntad de resistencia" del ejército de Milosevic, aún no ha comenzado, pero los aliados están ya "autorizando el ataque de algún objetivo importante al norte del paralelo 44", al sur del cual se están realizando las operaciones.

En su opinión, es evidente que las dos fases anteriores han cumplido sus objetivos y la cohesión interna del régimen de Belgrado "da muestras de resquebrajarse".

Además, rechazó de plano las acusaciones de imprevisión contra la OTAN al asegurar que sus accones están ceñidas a un plan dividido en fases, con una aplicación controlada y gradual de la fuerza para doblegar la voluntad de Milosevic, causando el menor daño posible a la población civil.

REFUGIADOS

En cuanto a la asistencia a los refugiados, que España orientará bajo los principios de voluntariedad y vulnerabilidad y centrando la ayuda en los países limítrofes al conflicto, el presidente anunció la acogida de 250 desplazados cada semana, llegando a los 1.200 en junio. Después, se analizará la"conveniencia y necesidad" de ampliar este número.

Además, avanzó que el Gobierno reserva 7.000 millones de pesetas de créditos FAD para la fase de reconstrucción, y realizará una convocatoria extraordinaria, destinando hasta 1.400 millones de pesetas para proyectos de ONGs en la zona del conflicto.

Aznar recordó que la integración de los países del sudeste europeo requiere una región libre, próspera, abierta y económicamente integrada, que no puede asegurarse hasta que Serbia realice su transicin a la democracia.

En este sentido, subrayó que en la cumbre de los pasados días 23, 24 y 25 de abril, la OTAN decidió "que lo que hemos empezado juntos, lo acabaremos juntos, y que sin fisuras internas lograremos el éxito en la empresa: acabaremos con la política de Milosevic, lograremos el retorno de los desplazados y refugiados y estabilizaremos Kosovo, de forma que, manteniendo la integridad territorial, todos los habitantes de esta castigada zona puedan convivir en paz y libertad".

CUMBRE DE LAOTAN

En una parte de su alocución centrada en la Cumbre de la OTAN, Aznar consideró que el resultado final de la misma "es plenamente satisfactorio para España", empezando por el acuerdo unánime de que la seguridad de Europa y la de América del Norte están indisolublemente unidas.

El presidente del Gobierno reconoció la necesidad de reforzar el pilar europeo de la Alianza y, en consecuencia, de que los aliados europeos asuman sus responsabilidades. "Debemos tener capacidad de decisión en las accines que se desarrollen. Pero para ello es imprescindible que aportemos los activos militares precisos que nos avalen", advirtió.

Así, precisó que las fuerzas europeas y españolas "deben mejorar su movilidad y su capacidad de despliegue, su logística y sus sistemas de mando, control e información. Consecuentemente, nuestras Fuerzas Armadas se adaptarán para conseguir la deseada armonización con nuestros aliados".

Aznar concluyó que la Cumbre de la OTAN ha reforzado la unidad de los aliados, y la cisis de Kosovo ha demostrado que sus principios están "más vivos que nunca" y que "no será posible en el corazón de Europa, nunca más, un régimen político totalitario, excluyente y agresor".