Knorr declaró a Servimedia que lo que ha hecho su formación, en la práctica, es "adelantarse" a su inhabilitación, en referencia a que ésta podría llegar a ser la pena impuesta en el caso de que la Justicia le condenase por la no disolución del grupo Sozialista Abertzaleak.

Asimismo, respeto a cómo quedará su defensa en el momento en que deje de ser diputado, explicó que tanto él como los otros parlamentarios acusados en el "caso Atutxa" están siendo defendidos por la Cámara vasca, por lo que consideró una "tremenda torpeza" que su partido haya hablado de ponerle un abogado.

A su juicio, esto sería "una desconsideración para con los servicios jurídicos de la Cámara, que en modo alguno voy a consentir. Además, es absolutamente contradictorio decir que me van a procurar defensa jurídica después de dejarme abandonado frente a los jueces, y adelantarse a ellos en mi inhabilitación".

A este respecto, se refirió a que sigue siendo miembro de la Asamblea Nacional de EA y que intentará hablar con los responsables de la formación en su provincia "para reflexionar conjuntamente sobre mi situación en el partido, a partir del momento en que me siento absolutamente abandonado y desprotegido por la dirección".

Knorr recalcó que la actitud de los responsables de su fuerza política"no puede ser vista de otro modo que no sea la de haberse adelantado a los jueces que me van a juzgar en lo que atañe a mi inhabilitación para cargo público".

En cuanto a qué se dedicará en el futuro, Knorr afirmó que seguirá "propiciando vías de entendimiento para que todas las opciones políticas estén presentes en las elecciones vascas", así como "trabajar para facilitar el camino hacia la paz, en un año que este ámbito es tremendamente importante".