El fiscal y las acusaciones han hecho esta solicitud al finalizar la declaración de Bruce Dawson, quien ha estado prestando testimonio durante los días de ayer y hoy, como imputado en el "caso Torras-KIO", según informaron hoy fuentes jurídicas.

La juez Palacios había dictado una orden internacional de busca y captura contra Dawson, residente en Londres, pero la revocó cuando elpropio imputado se presentó voluntariamente en la Audiencia Nacional, donde fue citado para ayer y hoy.

Durante su declaración, Bruce Dawson negó todas las imputaciones e insistió ante la juez Teresa Palacios en que no sabía que su hijo había cobrado 17 millones de dólares de Javier de la Rosa en concepto de "introduction fee" (honorarios por presentación).

Una "introduction fee" es la comision que recibe alguien por poner en contacto a dos personas que pueden llegar a hacer un negocio. De llegara buen puerto este extremo, el intermediario cobra un tanto por ciento del volumen total de la cifra de la operación realizada.

El hijo de Bruce Dawson, Paul, declaró en su día ante la juez que había fijado con De la Rosa una "introduction fee" del 1% y que había cobrado de De la Rosa 17 millones de dólares por presentarle a su padre, dado el interés que había manifestado el financiero catalán por introducirse en KIO.

Así mismo, Bruce Dawson negó cualquier responsabilidad en la operación Icsa-Impcsa. Se da la circunstancia de que él era consejero delegado de la sociedad Impacsa cuando se produjo la compraventa de las papeleras.

LAS PAPELERAS

Según la investigación que instruye Teresa Palacios, la operación por la que declara Bruce Dawson comenzó en 1987, cuando el Grupo Torras vendió la sociedad Icsa a Inpacsa por 1.900 millones de pesetas, precio muy inferior a su valor.

Simultáneamente, el Grupo Torras vendió en Bolsa un 45% de Inpacsa, lo que tuvo una gran aceptación en el mercado d valores, dado que Icsa tenía un valor real muy superior a la cantidad que Inpacsa pagó por ella.

En abril de 1988, el Consejo de Administración de Inpacsa acordó la venta a la sociedad Croesus de Icsa por 4.200 millones de pesetas, un precio inferior a su valor real pero superior al que pagó un año antes la compañía.

Paralelamente, los administradores de Inpacsa iniciaron un proceso de subasta interno de Icsa, con la finalidad de lucrarse con la reventa de esta compañía papelera. La diferencia fnal entre los 4.200 millones de pesetas que pagó Croesus y los 12.000 que obtuvieron finalmente fue desviada a las cuentas corrientes particulares de los imputados o de personas que mantienen relación de parentesco con ellos.

En el "caso Torras-KIO", la juez investiga la desaparición de varios miles de millones de pesetas del Grupo Torras, en la que está implicado supuestamente el empresario catalán Javier de la Rosa.