Así lo considera Human Rights Watch (HRW), en un informe hecho público hoy con el título "Los derechos humanos en Kazajistán: siete meses antes de la Presidencia de la OSCE", donde actualiza un estudio del pasado mes de diciembre sobre la libertad de religión, expresión y reunión en este país.

El director de HRW en Europa y Asia central, Holly Cartner, indicó que una función básica de la OSCE es que sus Estados miembros garanticen los derechos humanos.

"Kazajistán ha hecho mejoras modestas en los últimos meses, pero hay que hacer mucho más para mostrar que está dispuesta a presidir una organización que trabaja para asegurar que se respetan los derechos humanos", añadió.

HRW instó al Gobierno kazajo a que continúe estas reformas invitando al Relator Especial de Naciones Unidas sobre la libertad de religión o creencia a visitar el país.

Además, recomendó abolir los artículos del Código Penal relativos al delito de difamación, detener cualquier intento de bloqueo a sitios web, abstenerse de aplicar restricciones a los medios de comunicación y suprimir las negativas innecesarias sobre lugares donde pueden llevarse a cabo manifestaciones.