El líder de los serbios bosnios, Radovan Karadzic, insistió en que para esta madrugada, a la 01.00, 24 horas antes de que se cumpla el ultimatum de la OTAN, la retirada estará completada.

Algunas piezas pesadas de 152 milímetros han pasado ya bajo el control de los Cascos Azules. Patrulas de soldados de Naciones Unidas están vigilando el cumplimiento del alto al fuego y la retirada.

En al menos seis puntos de los alrededores de la ciudad, los Cascos Azules van a supervisar el agrupamiento de la artillería serbia. También los carros de combate descienden por las montañas.

El puente aéreo con ayuda humanitaria se va a mantener, a pesar del ultimatum. El Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) si ha suspendido los convenios humanitarios a partir de mañana. Durante el día de hoy está previsto el despliegue de los 400 Cascos Azules rusos procedentes de Croacia, según el acuerdo alcanzado entre serbios y el enviado especial de Boris Yeltsin.

Las negociaciones continúan y Akashi, enviado especial del secretario general de la ONU, intenta cerrar los detalles para consolidar el alto al fuego y una solución duradera; solución que todavía no está nada clara para miles de habitantes de la capital bosnia que no se fían, aunque en estos momentos sean pocas la posibilidades de bombardeo. Pero también hay que tener en cuenta que la artillería serbia podría recuperar sus posiciones en pocas horas.

Las organizaciones humanitaras han reducido a la mitad de sus efectivos. En Sarajevo hay tranquilidad, pero en el centro y noroeste de Bosnia los combates continúan.