Los hechos denunciados ocurrieron el 21 de mayo de 2004, cuando Raúl B.M., primo del acusado, compró dos cupones de la ONCE para el sorteo de ese mismo día a la vendedora que cada mañana pasaba por el restaurante "El Cruce de Caudete", en concreto el número 43.776, series 13 y 14 respectivamente, dejándolos, como también era costumbre, en una estantería situada tras el mostrador.

Según el relato que ofrece el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, al parecer, los dos cupones los jugaban a medias el denunciado y su primo.

En el sorteo los dos cupones fueron premiados, uno de ellos además con la serie, por lo que el premio aumentaba hasta los seis millones de euros.

Tras comprobar que los cupones estaban premiados, y que la cuantía de uno de ellos era mayor, el acusado, según el relato del tribunal, depositó el boleto dotado con los seis millones de euros en una entidad bancaria, mientras que el otro cupón, con un premio de 35.000 euros, lo dejó en la estantería habitual.

Según el tribunal, los hechos relatados son constitutivos de un delito de apropiación indebida según lo establecido en el Código Penal.

De dicho delito es presunto responsable en concepto de autor el acusado, Juan Antonio B.M., para el que el fiscal pide una pena de cuatro años de cárcel y costas, y una indemnización a Raúl B.M., de tres millones de euros, la mitad del premio, más intereses legales. La defensa del acusado niega los hechos y pide su libre absolución.