UN JUZGADO EXTREMEÑO DETERMINA LA PATERNIDAD DE UN DIFUNTO

BADAJOZ
SERVIMEDIA

El Juzgado número 3 de Badajoz ha dictado una sentencia en la que determina la paternidad de un difunto, mediante los análisis de sangre de sus padres y sin necesidad de exhumar el cadáver, según informa hoy el periódico "Extremadura".

La demanda la presentó en octubre de 1992 una mujer, novia del fallecido, en nombre de su hijo, cuandohacía un año de la muerte del joven, de 22 años, en un accidente de moto, en el que le acompañaba la demandante, que ya estaba embarazada de uno o dos meses.

La reclamación pretendía el reconocimiento de la paternidad del fallecido a todos los efectos civiles de apellidos, parentesco y derechos inherentes.

En principio, según señala el diario extremeño, se trataba de un caso complejo, ya que se partía con todas las circunstancias en contra debido a la muerte del progenitor. Sólo se podía certificr la paternidad, en principio, exhumando el cadáver para realizar una prueba de ADN.

El abogado que llevó el caso, Damián Sánchez, solicitó en el Juzgado número 3 de Badajoz que se realizarán pruebas y análisis de sangre a los padres del fallecido, y en caso de ser necesario a algún hermano, y si se negaran a ello las personas requeridas se practicara la exhumación, aunque por decisión de la madre del niño se optó por evitar esta posibilidad.

Según el abogado, los abuelos del niño se prestaron vountariamente a las pruebas y una vez concluídas éstas, convencidos de la paternidad, solicitaron ellos mismos que se aceptara la demanda.

Las pruebas realizadas al bebé en Sevilla fueron concluyentes, según el informe que firmaron cuatro doctores del Instituto de Toxicología, que coincidieron en sus conclusiones por cuatro caminos distintos. La fiabilidad era de un 99,99 por ciento, cifra que en la escala de Hummel se considera como paternidad prácticamente probada.

Los demandantes aportaron adems pruebas documentales (cartas y fotos) y testimonios de personas que conocían el embarazo de la joven y la intención que tenía la pareja de contraer matrimonio.

Estos hechos eran desconocidos por las familias de los dos jóvenes, que llevaban nueve o diez años saliendo juntos, con algunos intervalos, en uno de los cuales la joven se quedó embarazada. El primer signo de embarazo se detectó en los análisis que praticaron a la joven tras el accidente de moto.

La historia continúa aún hoy con una demnda de la joven en nombre de su hijo, para cobrar la indemnización por la muerte del padre, que la compañía de seguros pagó a los progenitores del fallecido.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 1994
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