El secretario general de JSE, Sergio Gutiérrez, expresó en un comunicado su "indignación" por lo que considera intentos de la Iglesia de "presionar a los diputados católicos" para que rechacen la reforma de la ley del aborto.

"Ningún diputado tiene derecho a anteponer sus propios prejuicios religiosos y morales al bienestar de los ciudadanos", afirmó Gutiérrez, porque en democracia no se puede legislar imponiendo una visión del mundo, "sino abrir las puertas para que dentro del orden que impone la Constitución todos podamos sentir que nuestros principios y valores son reconocidos y respetados".

Gutiérrez aseguró que la Conferencia Episcopal no puede erigirse como "la voz de la moralidad" porque eso implicaría llamar "inmorales" a la mayoría de los ciudadanos.