En su opinión, el periodista español Carlos Arriazu, detenido en Nueva York acusado de intervenir el teléfono de una joven a la que la prensadel corazón atribuye un romance con el príncipe Felipe, "ha cometido un delito y tiene que pagar por él. Además el objetivo de obtener información no justifica el empleo de medios de este tipo".

"Carlos Arriazu", añadió Sinova, "no puede en estos momentos justificar para nada su acción, ya que es una acción delictiva y que atenta contra un derecho fundamental de la persona, el secreto de las comunicaciones".

A su juicio, las declaraciones de Arriazu en las que señala que esta práctica es habitualentre los periodistas españoles, "es una salida para justificarse de manera inútil, ya que en España los periodistas no realizan escuchas ilegales"

"En todo caso, si esto fuera una práctica común en España, eso no le justifica a él. Este hombre ha cometido dos delitos: uno espiar a una persona y atentar contra su derecho a la intimidad, y otro, calumniar a los periodistas españoles, con lo cual es doblemente responsable y no tiene defensa posible con lo que hace", dijo Sinova.

El periodista españl Carlos Arriazu y dos detectives privados norteamericanos, contratados en Miami, fueron detenidos el pasado lunes en Nueva York acusados de intervenir el teléfono de la citada joven, a la que algunas revistas del corazón atribuyen un romance con el heredero de la Corona española.

Arriazu alegó en su defensa que las escuchas telefónicas eran algo "habitual" entre los periodistas españoles. El joven trataba de averiguar el verdadero nombre de la chica fotografiada con el príncipe a la que una revista dl corazón confundió con la joven millonaria mejicana Viviana Corcuera.