Este análisis del actual estado de las prisones españolas está recogido en el Proyecto de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios, elaborado por el Ministerio de Justicia.

Además del déficit de plazas, que sobrepasa en la actualidad las 6.000, el informe destaca el elevado número de centros "en absoluto adecuados para prestar los servicios que se demanda, y de escasa rentabilidad (pequeños, estructuras anticuadas, ubicados en centros urbanos...)".

Los estudios realizados por la Secretaría de Asuntos Penitenciarios revelan que latrayectoria de la población reclusa es seguir incrementándose de modo mantenido hasta el año 2000 -donde comienza a estabilizarse-, lo que significa alcanzar los 41.500 internos en 1997.

"No es difícil imaginar las repercusiones en todos los sentidos que una masificación de este calibre pudiera acarrear, con los costes aparejados que conllevan siempre situaciones de deterioro del clima social", subraya el plan del Ministerio de Justicia.

Para erradicar este problema, el Ejecutivo buscará amortiza los centros poco rentables, con cuyo valor patrimonial deberán ser cubiertos en gran parte los costes de nuevas construcciones.

ENTORNO DESPEJADO

Según las previsiones del plan, cuyo presupuesto es de 125.000 millones de pesetas para los próximos cinco años, las futuras cárceles deberán tener un número aproximado de 950 plazas.

La homologación en diseño y materiales que abaraten los costes permitirá una reducción de un millón de pesetas por plaza. También se prevé la creación de unas 20.500 plzas de funcionarios en el citado periodo.

En cuanto a las condiciones de los emplazamientos, éstos deberán tener una distancia de la capital más próxima inferior a 30 kilómetros y dispondrán de dos accesos por carretera, a distancia inferior a dos kilómetros (será recomendable la existencia de una parada de transporte público de cercanías en sus proximidades).

El entorno de la cárcel deberá estar despejado, de modo que se domine una amplia zona en sus alrededores. En ningún caso podrá estar próxio a una colina o accidente geográfico en una distancia inferior a los 2 kilómetros.