Fuentes del citado ministerio manifestaron hoy a Servimeia que el Gabinete de Asuntos Religiosos no ha recibido ninguna denuncia contra esta secta ni iniciativa alguna "que justifique darla de baja en el registro".

En Brasil, donde esta Iglesia cuenta con 3,5 millones de fieles, dispone de importantes recursos económicos y controla numerosos medios de comunicación, se ha originado una agria polémica en torno a ella tras la emisión por televisión de unos vídeos que mostraban a los jerarcas rodeados de dinero y burlándose de las donaciones de los creyentes. En España, cuenta con un programa diario de radio en Madrid y está legalizada como entidad religiosa a través su inscripción en el registro del Ministerio de Justicia e Interior.

Aunque antes de inscrbir a una organización o grupo en sus registros el ministerio recopila informes policiales y requiere los estatutos de la asociación, las mismas fuentes reconocieron que se pueden inscribir entidades que oculten sus verdaderos objetivos e intereses. Sin embargo, aseguraron que este trámite "sólo supon el reconocimiento jurídico de que la entidad existe como grupo".