El comunicado dice textualmente:

"1.- No ha existido ni puede existir pacto o acuerdo entre la administración penitenciaria y presos bajo custodia. Se ha de imitar a aplicar la normativa vigente, y eso es lo que sucede en el centro penitenciario de Las Palmas, así como en en el resto de los establecimientos penitenciarios.

"2.- Los puntos del 'falso acuerdo' son derechos reconocidos a los reclusos clasificados en primer grado, según normas de 2 de agosto de 1991 de este centro directivo, de los que ya se beneficiaban los reclusos de ETA del centro penitenciario de Las Palmas antes de la protesta, y que se aplican a todos los presos clasificados en primer rado, incluidos los 190 internos de ETA que están en este régimen.

"3.- La protesta llevada a cabo en el centro penitenciario del Salto del Negro se incribe en una campaña de alteración sistemática, programada por ETA, con el fin de generar conflictos en los establecimientos y claramente impuesta desde el exterior a través de abogados de la organización, que fijan el calendario a la vez que incitan al comienzo y ordenan la finalización de las protestas, coordinándolas con otro tipo de manifestaciones n el exterior. Buena muestra de ello son las llamadas de Juan María Olano el pasado sábado a los presos de la organización terrorista para que depusieran su actitud.