Así lo indicó Junts en un comunicado de prensa, donde destaca que los objetivos generales que se propone alcanzar el preacuerdo -financiación y reconocimiento nacional- “ya se fijaron en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez” y su consecución dependía “de la evolución de las negociaciones bilaterales”.

Lamentó que, si la militancia de ERC refrenda el preacuerdo, ahora serán Sánchez e Illa los que se encargarán de desplegar los acuerdos en ámbitos como la financiación, la lengua catalana o el reconocimiento nacional, en los cuales mantienen posiciones “lejanas” a “las reclamaciones históricas del catalanismo independentista”.

A su vez, Junts critica que este preacuerdo “asume a la práctica el marco político que el PSC ha intentado fijar desde el inicio del ‘procés’”, según el cual lo que hay es “un conflicto entre catalanes” y que se tiene que resolver a partir de una mesa catalana, denominada ahora convención”.

SALVADOR ILLA

Aclara que lo que se tiene que negociar con el Estado es “la celebración de un referéndum de autodeterminación, no el derecho en sí”. Además, recuerda que Illa “siempre” ha sido “más favorable a la represión hacia el independentismo” y “el menos comprometido con la lengua catalana”.

Asimismo, señala que el líder de los socialista catalanes “no ha expresado nunca ningún interés ni voluntad de influir dentro de su partido para acabar con el maltrato económico y nacional por parte del Estado” a Cataluña. Ante ello, Junts advierte de que la decisión de hacerle presidente “no se podrá revertir dada la aritmética parlamentaria”.

En este sentido, los de Carles Puigdemont avisan en el comunicado de que “sin la capacidad de la moción de censura, todo queda fiado a la voluntariedad de cumplimiento del PSC, que dispondrá de cuatro años para aplicar su agenda de “pasar página” y de desnacionalización de Cataluña”.

MEDIDAS “INCIERTAS”

El preacuerdo, dice, no propone medidas “inmediatas” en los Presupuestos Generales del Estado para 2025 que tengan “efectos directos” para Cataluña, sino que habla de “futuras reformas legislativas inciertas, sin consenso” y “sin asegurar” que todo el dinero de la recaudación de los impuestos gestionados y administrados desde esta región se queden en ella.

“Que la Agencia Tributaria pueda recaudar y liquidar todos los impuestos, pero el Gobierno de Cataluña no tenga el poder sobre el dinero recaudado no es soberanía y no evita los incumplimientos del Estado en materia de inversiones y, si fuese el caso, en materia de ordinalidad”, puntualiza Junts.

También destaca Junts en el comunicado que el “problema” de la lengua catalana no es “de estructura administrativa”, sino que es, entre otros motivos, por la “falta de respeto a los derechos lingüísticos de los catalanoparlantes por parte de los poderes públicos, especialmente allí donde gobierna el PSC y el PSOE”.

Pese a todo ello, Junts reitera su propuesta a ERC para “hablar de todo, mirando al futuro y rehaciendo confianzas para poder defender mucho mejor los intereses de los catalanes de lo que puede asegurar un gobierno socialista en Barcelona, en Cataluña y en Madrid” y asegura estar preparado para cualquier “eventualidad”.

Aprovecha para mostrar su “absoluto respeto” a la decisión que tome la militancia de ERC el viernes sobre el preacuerdo e insiste en que trabajará para que “nuestro país tenga una fuerza central independentista potente, mayoritaria, libre de servitudes y completamente independiente de la dinámica de los bloques ideológicos que interesa a la política española”.