Las minimotos son réplicas exactas de las motos reales de competición que pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora, y su uso se encuentra limitado a los circuitos cerrados, estando prohibido conducirlas por la vía pública.

La Junta de Andalucía ha realizado esta petición al INC tras participar en el grupo de trabajo de Control de Mercados -en el que están representados el Gobierno central y las comunidades autónomas-, donde se debatió la necesidad de incorporar a las etiquetas de las minimotos una serie de advertencias.

Aunque la Administración central las ha planteado como recomendaciones, el Gobierno andaluz quiere elevar el nivel de garantía y que sean de obligatorio cumplimiento.

Estas medidas se toman a raíz de haberse detectado un incremento de ventas de estos productos y la existencia de minimotos que incumplen la normativa vigente de consumo. Para hacer frente a esta situación, la Administración autonómica y los ayuntamientos han realizado inspecciones, retirando aquellos ejemplares que no se ajustan a la legislación.