Unos 25.000 pensionistas de jubilación e invalidez en sus modalidades no contributivas recibirán un incremento del 15% del total anual de su pensión.

Con esta medida, la Junta pretende ayudar a quienes, por no haber cotizado a la Seguridad Social el tiempo suficiente, reciben una pensión no contributiva, que es de las más bajas del sistema de pensiones.

Además, los beneficiarios del Fondo Nacional de Asistencia Social (FAS) y de la Ley de Integración Social del Minusválido (Lismi) recibirán unas ayudas de 400 euros anuales, y de ellas se beneficiarán unas 4.500 personas en la región.