Se trata de una iniciativa incluida en el Plan de Apoyo a las Familias de la Junta de Andalucía, por la que se contempla la sedación o anestesia de estas personas cuando sea necesario realizarles una exploración o un tratamiento de asistencia dental, de modo que se garantice una asistencia efectiva y con todas las garantías.

El grado severo de discapacidad de algunos de estos pacientes venía dificultando que se les prestara de forma efectiva la atención bucodental incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública.

Por este motivo, la Consejería de Salud ha regulado la asistencia a este colectivo en una orden, que establece que el dentista de atención primaria será el encargado de valorar si el paciente requiere sedación o anestesia y determinar las exploraciones y tratamientos que requiera. Andalucía cuenta con un total de 193 dentistas públicos.

En concreto, además de la exploración de la cavidad oral, el tratamiento de procesos agudos bucodentales, extracciones y la cirugía oral que ya venía prestándose, esta atención incluye el sellado de fisuras de piezas permanentes y los tratamientos pulpares.

También supone el seguimiento de aquellos pacientes con predisposición a caries, enfermedad periodontal o maloclusiones. Se estima que unas mil personas cada año podrán beneficiarse de esta atención.

Las patologías que, con más frecuencia, requieren sedación para los tratamientos bucodentales son las parálisis cerebrales; autismo; síndrome de down; alzheimer; alteraciones mentales; síndromes neurológicos; discapacidad psíquica e hiperquinesia (trastorno que conlleva un movimiento excesivo).