El pasado día 7 de abril se produjo el desprendimiento de una importante porción del escarpe de las llamadas "Peñas Grajeras", situadas en el entorno de dicho santuario.

Este derrumbe no causó víctimas mortales aunque destruyó la casi totalidad de la Casa Rectoral, adyacente a la Capilla del Santuario, obra de Pedro Brizuela, y construida a comienzos del siglo XVII.

Estas obras de emergencia consisten en la instalación de grúas de gran alcance, la colocación de mallas de cables anclados en, al menos, todo el perfil correspondiente al área de influencia de la capilla del santuario y la realización de anclajes hacia el interior de la peña que afiancen con garantías la zona.

Debido al impacto se ocasionaron dos fisuras en la bóveda situada sobre el presbiterio de la Capilla. En esta zona se encuentra el retablo de la Capilla que actualmente estaba siendo restaurado por la Junta de Castilla y León.

El origen del derrumbe en la zona está en la aparición de una fractura en el terreno debido a su formación geológica y el agua de lluvia que produjo el vuelco de una placa de aproximadamente 1,50 metros de espesor en una altura de 15 metros.

Las medidas adoptadas permitirán proteger el terreno y limitar la entrada de agua de lluvia en esta zona para evitar posibles desprendimientos futuros que harían peligrar no sólo el edificio histórico y su contenido sino también las zonas de circulación peatonal y el tránsito de vehículos.