Esta iniciativa, cuyo lema será "¿Lo cogería de la calle?", consistirá en la distribución de 5.000 carteles y 25.000 dípticos entre comerciantes y consumidores del distrito, en los que las autoridades municipales alertan sobre la venta ilegal de frutas, verduras y hortalizas, así como de productos textiles.

En los folletos que informan sobre el peligro de comprar productos vegetales en puestos sin licencia, los responsables municipales advierten a losvecinos que la policía ha detectado a personas que recogen de los vertederos productos que luego ponen a la venta en la calle.

"Estos productos", dice el texto del díptico, " carecen de garantía sanitaria, sus condiciones de conservación y manipulación son nulas e inadecuadas, su calidad es ínfima y entrañan riesgos para la salud".

El folleto añade que, a pesar de estos riesgos para la salud, el consumidor no podrá reclamar ante ninguna instancia oficial si es víctima de estos desaprensivos.

La campaña también advierte sobre el fraude existente en la venta ilegal de productos textiles. Indica que suelen ser remesas desechadas por la industria, a las que les ponen falsas etiquetas y su calidad es ínfima, careciendo de garantías.

CONTROLES SANITARIOS

En cambio, en los establecimientos comerciales y en los mercadillos ambulantes autorizados el consumidor tiene la garantía de que cualquier producto alimenticio o textil que adquiera ha pasado los oportunos controles higiénico-sanitarios.

Por tanto, continúa el texto del folleto, en caso de fraude, el comprador puede presentar una reclamación en los servicios de información al consumidor.

La Junta Municipal de Ciudad Lineal autorizará, durante el período navideño, la instalación de un mercadillo en el tramo de la calle de Alcalá comprendido entre Quintana y la Cruz de los Caídos.

Allí, los vendedores con licencia ocupan espacios marcados en el suelo y exhiben las tarjetas que les acreditan como legales, por lo que es fácil identiicarlos.

Además, se pueden distinguir de los que, aprovechando su presencia, se colocan en los huecos que dejan, porque la estructura de los puestos de los vendedores que tienen permisos es más sólida que la de los ilegales.