"Las farmacias no son meras tiendas, ni los farmacéuticos meros comerciantes, por ello no queremos que se rijan por planteamientos corporativos y de optimización de los beneficios de su negocio", dijo.

Con esta nueva normativa la Junta de Castilla-La Mancha tratará de favorecer "en primer lugar al servicio público antes que los intereses corporativisas" para lo que recabarán la opinión tanto de los farmacéuticos en activo como de los que se encuentran en paro.

"Nos importa más que el servicio farmacéutico sea un servicio público, que un negocio rentable", indicó el presidente castellano-manchego.