La entidad intervenida por el Banco de España el 28 de diciembre de 1993, con un agujero cifrado en 605.000 millones de pesetas, presentará en 1994 unas pérdidas que oscilarán entre los 10.000 y los 12.000 millonesde pesetas.

Esas pérdidas corresponden a la semisuma de los números rojos del primer semestre (22.000 millones) frente a los beneficios, de algo 10.000 millones de esetas, obtenidos durante el segundo semestre del ejercicio.

La diferencia entre ambas cifras se debe, principalmente, a que las ayudas públicas y del resto de la banca se materializaron en el periodo mayo-agosto del 94, donde Banesto recibió una liquidez de 800.000 millones de pesetas.

Sin embargo, para el equipo Sáenz Abad, tambén se debe valorar el ahorro obtenido por los nuevos gestores en gastos generales, que se han reducido en un 11 por cien, en cuestiones tales como asesoramientos, consultorías, viajes, comidas y, sobre todo, teléfono.

Este factor ha provocado una reducción de las perdidas previstas para el primer semestre, desde los 27.000 millones presupuestados hasta los 22.000 obtenidos.

Banesto no contabilizará las plusvalías obtenidas por la venta de su filial portuguesa Totta y Açores.

Para 1995, ALfreo Sáenz pretende obtener un resultado de explotación positivo.