Mañas, que hizo estas declaraciones durante la clausura del Curso de Especialización para Directores de Residencias de Mayores, pidió "paciencia", pues "no será hasta la aprobación final de esta nueva norma cuando sabremos a ciencia cierta cómo deberemos aplicarla".

No obstante, el consejero trasladó un mensaje de confianza, pues, dijo, la "excelente relación que existe entre el Gobierno regional y el sector privado de residencias para mayores y los contactos fluidos que mantenemos son la mejor fórmula para seguir avanzando en este importante reto que supone la Ley de Dependencia".

Mañas aseguró que serán entre 60.000 y 65.000 personas con algún tipo de dependencia las que deberá atender en 2015 la Administración regional, la mayor parte de ellas con más de 65 años.

Sin embargo, el titular de Bienestar Social se mostró rotundo al afirmar que "en Castilla-La Mancha no partimos de cero, sino que contamos con un activo del que carecen muchas comunidades autónomas".