La almazara propuso que el alpechín, desecho contaminante derivado de la producción de aceite, fuese diluido en agua en un depósito para regar los campos.

La Junta de Andalucía negó la reapertura de esta almazara al conocer que esta empresa es dueña de una segunda balsa de evaporación de alpechín que contiene 3,5 millones de este producto contaminante, que no reúne las condiciones necesarias de seuridad, por lo que teme que este líquido pueda verterse al Guadalquivir.

La Administración exigió a Oleicola Jaén que ponga los 3,5 millones de alpechín en un lugar seguro, y que construya un muro de hormigón alrededor de su balsa o bien que contrate con otras balsas de la zona el almacenmiento de este desecho.