La muerte de estos animales, de los que 400 serán machos y 200 hembras, se producirá en cuatro cacerías proyectadas en el Parque Natural en los dos próximos meses.

Las fuentes consultadas han señalado que esta decisión se debe a la situación precaria en la que habitan los más de 3.000 ciervos que comparten las 6000 hectáreas del Parque Natural de Despeñaperros.

Esta determinación ha sorprendido a varias organizaciones ecologistas y conservacionistas, que no entienden por qué se pretende conservar la fauna salvaje de esta forma, según han señalado representantes de estos colectivos.