El desalojo se llevará a cabo progresivamente y en una primera fase afectará a 25 familias, cuyas viviendas son las que presentan un mayor peligro de desplome.

Este primer grupo de afectados se realojará en principio en unas viviendas que la propia Junta construye en dicha localidad, hasta que finalice la construcción de un cmplejo de casas prefabricadas que, de cumplirse los plazos previstos, podrán ser ocupadas en el mes de abril.

La Delegación de Obras Públicas de la Junta ha recomendado demoler y reconstruir la totalidad de las viviendas afectadas, puesto que no tienen arreglo.

Sin embargo, se ha optado por esperar, ya que que su demolición supondría destruir las pruebas con las que cuentan los afectados, que han demandado a la empresa Ferrovial, responsable de la construcción.

Los vecinos han indicado que acederán al desalojo siempre y cuando la Administración fije un plazo para la reconstrucción de sus viviendas.