La ceremonia religiosa se celebró en la parroquia de San Estebán de Vera de Bidasoa, a donde llegó el féretro a las 18,15 horas a hombros de los vecinos de esta localidad.

El párroco de San Esteban ofició una misa funeral por el alma del investigador en castellano y euskera, por deseo de la familia que presidió la ceremonia junto a las personalidads que se desplazaron a Vera.

Al funeral y el posterior entierro acudieron, entre otros, el presidente del Gobierno foral, Javier Otano, que interrumpió sus vacaciones para asistir a la ceremonia; el vicepresidente, y los consejeros de cultura de la comunidad foral y del País Vasco.

Por su parte, numerosos vecinos y amigos pasaron a lo largo del día por la Itzea, la casa familiar, donde desde ayer quedó instalada la capilla ardiente, que no ha sido fotografiado por expreso deseo de sus familiares. Intelectuales y compañeros de la Real Academia Española, como Fernando Lázaro Carreter o Manuel Alvar, han expresado su dolor por la muerte del antropólogo y destacaron su contribución como humanista a la historia de los diversos grupos sociales a los que prestó su atención.