JUICIO POR TORTURAS. LOS FORENSES SE CONTRADICEN EN EL TERCER DIA DE VISTA ORAL

SAN SEBASTIAN
SERVIMEDIA

Los dos médicos forenses que examinaron a Juan Carlos Garmendia en las dependencias de la Guardia Civil de San Sebastian y en la Audiencia Nacional, respectivamente, emitieron informes contradictorios sobre la existencia de las supuestas torturas objeto de juicio, según quedó de manifiesto hoy n la tercera sesión de la vista oral.

Este tercer día de juicio, que se sigue en la Audiencia Provincial de San Sebastián contra cinco guardias civiles acusados de torturas, estuvo centrada en la declaración de los forenses que atendieron al detenido, después de que fuese presuntamente golpeado mientras duró su arresto en San Sebastián en agosto de 1982. Los informes de ambos son contradictorios.

Juan Antonio Roncal, médico forense de la Audiencia Provincial donostiarra, fue la persona que examin a Garmendia en las dependencias policiales y comprobó que tenía una "tumefacción tremenda" en la cara. Además, el propio Juez, al tomar declaración a Garmendia, "se quedó escandalizado por el terrible edema" que presentaba en la cara, según Roncal.

La declaración firmada por el Juez y el forense, explica que, Garmendia a penas hablaba, que "estaba asustado y balbuceaba que había sido amenazado".

Garmendia asegura haber sido torturado por miembros de la Guardia Civil que le pegaron en la nuca conun listín telefónico y que, tras introducirle la cabeza en una bolsa de plástico, le tiraron al suelo y le propinaron golpes y patadas que le provocaron la rotura del tabique nasal.

Por su parte, en la versión de la Guardia Civil se afirma que el golpe en la nariz fue producido por una caida del detenido contra una mesa al ser empujado por un agente después de que aquel le hubiera mordido en un dedo.

"BUEN ESTADO FISICO Y PSIQUICO"

Cuando el detenido fue puesto a disposición de la Audiencia Proincial el 26 de Agosto, tres días después de ser visitado por el forense donostiarra, fue examinado por el médico forense de Madrid quien encontró a Garmendia en "un buen estado físico y psiquico". Manifestó que "tenía una pequeña contusión en la nariz pero que no existía hematoma".

El forense madrileño basó su testimonio en que, tras un reconocimiento exaustivo, no detectó lesiones en el detenido que pudieran venir por la aplicación de torturas. "El detenido me dijo que fueron por caidas y fiebre y y le crei", afirmó.

Asimismo, negó que los traumatismos en la zona cervical fueran provocados con algún objeto ya que dejarían algún tipo de secuelas que hubiera visto en su reconocimiento.

Finalmente, los especialistas médicos contrastaron sus versiones en cuanto al proceso de curación de las lesiones de Garmendia ajustándose su criterio en unos 20 días ya que, en un primer momento, existían tres versiones diferentes que oscilaban entre los 15 y los 30 días lo que supondría que, en lugar de tipifcar el hecho como un delito, fuera una falta cin la consiguiente disminución de penas.

El juicio concluirá mañana, cuando la parte acusadora y la defensa eleven a definitivas sus conclusiones.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 1993
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