Según su testimonio, José Yepes compró la escopeta por 35.000 pesetas en la armería del "Ricoteño", aunque después la devolvió a la tienda porque no tenía licencia de armas.

Otro de los testigos que declaró durante la octava sesión de juicio fue Pedro Ega Rodríguez, que visitaba a menudo la finca porque tenía un caballo en las cuadras de Manuel Costa.

Egea afirmó que en una ocasión escuchó a José Yepes decir a sus hijos que "si alguien entraba alguna vez en la finca, que le mataran y después lo metieran en un bidón de cal viva, donde no iban a quedar ni los huesos".

Por su parte, el abogado de Manuel Costa, el letrado Martínez Gutierrez, compareció hoy también como testigo, aunque en todo momento se acogió al secreto profesional y sólo indicó qu "no hubo ningún pacto, por lo menos que yo oyera".

Martínez Gutiérrez compareció como testigo debido a que fue avisado por Manuel Costa instantes después de que se cometiera el triple crimen de los novilleros.