JUICIO DE LOS NOVILLEROS. LA ACUSACION PARTICULAR PIDE QUE SIGAN LAS INVESTIGACIONES PORQUE "EXISTE UN ASESINO SUELTO"

MURCIA
SERVIMEDIA

El abogado Muñoz Clares, miembro de la acusación particular en el juicio que se celebra por el triple crimen de los novilleros ocurrido en 1990 en una finca de Cieza (Murcia), solicitó hoy que prosigan las investigciones, al estimar que "existe un asesino suelto que aquella noche portaba la segunda escopeta con la que se dispararon dos cartuchos de postas, los que mataron al novillero Panduro".

El letrado subrayó que esos cartuchos no han aparecido porque "los diparos de postas se realizaron con una escopeta de balance, que expulsa los cartuchos una vez disparados".

Por su parte, el fiscal del caso, José María Esparza, reiteró que los autores de los hechos son Juan Manuel Yepes y Manuel Costa, "aunque falt una tercera persona portadora de la segunda escopeta, que no aparece".

Esparza explicó que, "aunque Manuel Costa pudo no disparar, si fue cooperador necesario al ser dueño y amo de la finca, dueño de la escopeta 'franchi' de repetición, por entrar aquella madrugada con las luces del coche apagadas con ánimo de sorprender y no auxiliar a los jóvenes".

Esparza indicó que la muerte de estas personas está agravada por la alevosía con que se llevó a cabo. "Hay detalles, como las zonas donde los jóvens recibieron los impactos mortales, que ponen de manifiesto que los agresores tomaron todas las medidas necesarias para evitar que los novilleros se defendieran", indicó.

El letrado García Bueno, que representa a las familia Panduro y Rumbo, declaró que "no hemos encontrado ningún rasgo de humanidad que permita pedir la rebaja de penas, ya que es inaceptable que los acusados sólo pensaran en quemar los cadáveres, tirarlos a un barranco o arrojarlos en cal viva".

Tanto el fiscal como la acusación articular basan sus peticiones de condena para José Manuel Yepes en la declaración que éste realizó el 5 de diciembre de 1990 mientras estaba incomunicado, en la que relató con todo detalle como efectuó los disparos contra los jóvenes, datos que coinciden con los informes periciales de los forenses y de los expertos en balística.

En la sesión de ayer, el fiscal pidió para los acusados penas de 81 años de cárcel, mientras que la acusación particular aumentó su petición hasta los 90 años de reclusión maor.

Al finalizar la sesión de hoy, Manuel Costa reiteró a los periodistas su inocencia y afirmó que "yo soy el único que dice la verdad. Este juicio ha sido un verdadero circo".

El juicio quedará visto para sentencia esta tarde, una vez que expongan sus conclusiones definitivas los defensores Stampa Braum y Jesús Trillo.

(SERVIMEDIA)
02 Dic 1993
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