Juan Guerra ha explicado durante una hora y cuarto, en la vistadel juicio que se sigue contra él, que sus funciones en el despacho de la Delegación del Gobierno en Andalucía se limitaban a recoger la correspondencia de su hermano, coordinar actos públicos y viajes del ex vicepresidente, gestionar solicitudes de entrevistas, acompañarle siempre en Sevilla, recibirle y despedirle en el aeropuerto y estar localizado para las necesidades de Alfonso Guerra.

Juan Guerra recibió la autorización verbal de 'Fali' Delgado para acceder al despacho de su hermano y cumplir alí sus funciones. Desde 1976 a 1982 ocupó un despacho en la sede del Partido Socialista para atender el mismo trabajo de asistente del vicesecratrio general del PSOE, que pasó a desempeñar de forma no permanente en la Delegación del Gobierno del año 1983 a 1989.

Reconoció además que durante estos años no tuvo ningún otro trabajo fijo. La nómina de Juan Guerra era pagada por el PSOE en calidad de colaborador adscrito a Seguridad.

Durante los siete años que ocupó el despacho, Alfonso Guerra utilizó as instalaciones de la Delegación del Gobierno sólo en varias ocasiones. Su secretario particular citó tres concretas y varias entrevistas con periodistas.

Juan Guerra, que admitió haber recibido 50 visitas de amigos durante siete años, negó no obstante que utilizara el garaje de la delegación o que usara un vehículo oficial.

ORDENES A LOS ESCOLTAS

En su declaración, reconoció que era el encargado de indicar a los escoltas del entonces vicepresidente del Gobierno su itinerario durante sus visits a Sevilla, pero negó que les diera órdenes.

En 1989, cobró 1.800.000 pesetas de liquidación de dietas por gastos de desplazamiento. Un año antes, según su declaración, había adquirido pisos y locales en Sevilla por valor de 18 millones. En respuesta a las preguntas de su abogado defensor, Juan Guerra aseguró que no tiene conciencia de haber realizado algo anormal en el despacho.

Por su parte, 'Fali' Delgado reconoció en el interrogatorio, que se extendió durante una hora, que no consultó al Minsterio del Interior la instalación de un despacho para Alfonso Guerra, por considerar normal que el vicepresidente del Gobierno, vicesecretario general del PSOE y diputado por Sevilla dispusiera de un despacho en la delegación en unos años en los que Guerra pasaba la mitad de la semana en Madrid y la otra mitad en la capital hispalense.

"Yo autoricé el acceso de Juan Guerra al despacho, pero en ningún momento entendí que fuera para su uso, sino para recoger notas, atender llamadas o consultas. Es que a palabra uso es tan subjetiva...", afirmó.

Delgado aseguró que no dio instrucciones para que Juan Guerra no recibiera a personas en el despacho. "Nunca tuve constancia ni me lo comunicó ningún delegado del Gobierno. Si así hubiera sido, lo hubiera hecho inmediatamente", concluyó.