Camarero dijo que aquel día se enontraba "un poco bebido, no borracho", porque "había desayunado unos cuantos carajillos", cuando oyó gritar a alguien que la persona que corría (el ertzaina Ander Susaeta) le había robado la cartera a una señora, razón por la que le golpeó para intentar detenerle.

Cuando el fiscal le preguntó si pensaba que era normal que un grupo como el que cometió la agresión propinsase una paliza de ese tipo a un "carterista", Camarero respondió que esas cosas suceden en fiestas y que él, como miembro de una compasa festiva, se sentía también un poco responsable de mantener el orden.

El procesado aseguró que no oyó a nadie que insultara al agredido llamándole "zipayo hijo de punta", añadió que desconocía la condición de ertzaina del agredido y apostilló que, de haberlo sabido, no habría participado en la agresión.

A preguntas del abogado de la acusación particular, dijo que ni conocía ni había visto nunca a Susaeta antes de la agresión, ni siquiera en un bar propiedad de los suegros de Ander Susaeta situao cerca del lugar donde reside el procesado.

Además de Juan Luis Camarero, en la sesión de hoy prestaron declaración otros cuatro procesados. Ninguno de ellos quiso contestar a preguntas relacionadas con las imágenes de video grabadas por la Erzaintza y en las que supuestamente aparecen identifcados entre el grupo que apaleó al agente. Unos aseguran que no recuerdan donde estuvieron y otros afirman que, aunque estuvieron en la zona, no vieron ningún incidente.

Sólo uno de los procesados, Roberto arrinaga, que prestó declaración ayer lunes, reconoció que participó en los hechos sabiendo que la persona agredida era un agente de la Ertzaintza. Terminada ya la fase de declaración de los procesados, el juicio se reanudará el jueves, con el estudio de las pruebas periciales