Los hechos ocurrieron el 28 de abril de 1989 en la provincia de Tarragona. Según explicó el fiscal José María Parra, el acusado estuvo en Salou y Cambrils con su esposa, con la que posteriormente fue a varias discotecas, donde Juan Cascos ofreció repetidamente bebidas alcohólicas a la mujer para emborracharla.

De regreso a Lérida, la mujer se quedó dormida en el coche como consecuencia de los efectos del alcohol. Su marido, en ez de regresar por la autopista hasta su casa, decidió circular por carreteras secundarias.

Según la versión del fiscal, el acusado paró el coche y lo empujó por una pendiente hasta que el vehículo alcanzó el fondo de un barranco. A continuación Juan Cascos prendió fuego al turismo con su mujer en el interior.

El fiscal acusa a Cascos de un delito de parricidio, uno de incendio y otro de estafa, por los que pide 30 años de prisión y una indemnización de 74 millones de pesetas.

Las primeras ivestigaciones policiales apuntaban a que la muerte de la mujer fue provocada por un accidente de tráfico, pero el interés y la impaciencia del acusado por cobrar los 155 millones de pesetas correspondientes a los distintos seguros que él mismo había suscrito a nombre de su mujer pusieron a la policía sobre aviso.