El fiscal considera probado que los cinco mndos, el alférez José Diego López y los cuatro cabos primera Miguel Ochogavía, Rafael Carrascosa, Antonio Luis Sitger y Antonio Sánchez, incurrieron en el citado delito de "forma continuada".

Según sus conclusiones finales, "existieron patadas, puñetazos y golpes duros", sin que éstos puedan calificarse como "corrección en un ejercicio, sino como un castigo físico que excede de lo que debe ser la instrucción de un soldado".

Según el artículo 104 del código militar, en el que basa su acusación el iscal, se consideran malos tratos el hecho de golpear, lesionar, dañar, derribar, zarandear o cualquier violencia física a un inferior.

Por su parte, los abogados de la defensa han reclamado la libre absolución de los inculpados recordando, al mismo tiempo, que quienes cometieron un delito de sedición fueron los soldados denunciantes. En sus conclusiones, la defensa ha hecho hincapié en "las contradicciones de los testimonios de los ex 'boinas verdes'".

A juicio del abogado Eduardo Lalanda, la únca evidencia en la que los 18 ex soldados se han puesto de acuerdo ha sido en fugarse y en hablar ante los medios de comunicación. Además, plantea que, en caso de duda, el tribunal militar "debe volcarse en la inocencia de los reos".

En su conclusión expuesta hoy, Lalanda destacó la "brillante" hoja de servicios del alférez José Diego López y desveló que estuvo presente en un incidente en el que murieron dos soldados al estallar un mortero en unas pruebas.