El objetivo del estudio, en el que colaboran el Servicio Valenciano de Sanidad y la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, es facilitar el proceso de rehabilitación de los niños que deben soportar una gran carga del estrés generado por los procedimientos médicos y los tratamientos.

Según los responsables del prograa, el ingreso hospitalario de un niño conlleva una situación de descontrol del mismo por su limitada comprensión de las situaciones y hechos que vive en ese contexto, y el juguete puede ayudar a eliminar lo más posible las sensaciones de ansiedad, miedo y culpabilidad que se generan.

"La literatura psicológica y médica considera la hospitalización como una de las situaciones de mayor estrés infantil, ya que afecta al niño tanto en su desarrollo intelectual, como en su rendimiento escolar y niveles físco y psicológico, así como en su relación familiar y social", señalan los artífices del estudio.

La positiva incidencia intelectual y emocional que supone el juego puede aprovecharse para proporcionar al niño estrategias que le permitan enfrentarse a esas situaciones en condiciones más favorables.

El proyecto de AIJU es investigar las fórmulas para que la actividad lúdica tenga una utilidad terapéutica, como puede ser la creación de espacios y salas de juegos en los centros hospitalarios, así com las características que deberán tener esos locales y la repercusión que tendrá sobre los pacientes infantiles desde un punto de vista bio-psico-social.