EL JUEZ TODAVIA NO HA INSTADO A LA POLICIA A INVESTIGAR LA MUERTE DEL EMPRESARIO VINCULADO A LA CONSTRUCTORA ATOCHA

MADRID
SERVIMEDIA

La muerte del empresario Miguel Ramos Hidalgo, vinculado a la contructora Atocha, y cuyo cadáver fue encontrado ayer en su domicilio de Madrid, continuaba hoy siendo un misterio, ya que al menos hasta esta tarde no haían podido ser esclarecidas las causas de su fallecimiento.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid consultadas por Servimedia explicaron que el juez encargado del caso todavía no había ordenado esta tarde a la policía judicial iniciar las investigaciones sobre la muerte del industrial.

Las mismas fuentes indicaron que en sus partes de incidencias el caso del empresario no figuraba como un suceso en el que concurriese algún indicio de criminalidad, por lo que no se podía descartar lahipótesis de que se trate de una muerte natural.

"En el Gabinete", subrayó el portavoz de jefatura, "no tenemos noticias de ese asunto y lo que conocemos es lo que se ha publicado en la prensa".

Por su parte, los forenses iniciaron a media mañana de hoy la autopsia del cadáver, operación que continuaba a las cinco de esta tarde, según indicaron a esta agencia fuentes del Instituto Anatómico Forense.

El cuerpo sin vida de Miguel Ramos fue encontrado en la mañana de ayer en su domicilio y no pesentaba signos de violencia.

Según el diario "El País", la primera inspección ocular del cadáver parecía indicar que el empresario había muerto dos o tres días antes de que se descubriese el cuerpo.

Fuentes próximas al industrial señalaron que Miguel Ramos recibió recientemente amenazas, por lo que había decidido enviar a su esposa e hijos a Austria y se había trasladado de residencia.

Ramos Hidalgo fue presidente de la firma Ramos Hidalgo, S.A., una de las adjudicatarias de la autovía de Iurtzun-Andoáin y relevado de dicho cargo después de junio de 1989.

La empresa se retiró del proyecto de la autovía en agosto del año siguiente, tras recibir amenazas de la banda terrorista ETA.

La empresa Construcciones Atocha, cuyos contratos con la Comunidad de Madrid están siendo investigados por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, era propietaria de la firma Ramos Hidalgo cuando ésta mantenía la concesión de las obras de la autovía.

Sin embargo, fuentes de la comisión investigadoa del "caso Atocha" aseguraron ayer al citado rotativo que Ramos Hidalgo no figura en la investigación del Parlamento regional.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 1993
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