Según la declaración realizada ayer por María Jesús Jiménez Jiménez, su esposo, Antonio Leiva, se encontaba en La Peñona, lugar donde ocurrió el suceso, en el momento de producirse los hechos.

El juez decano de Avilés y titular del Juzgado de Instrucción número uno, Julio García Lagares, afirmó que con esa hipótesis Antonio Leiva puede ser también considerado responsable de un delito de imprudencia temeraria, supuesto que en su día motivó el ingreso en prisión de su mujer.

Según declaraciones del juez, esta confesión contrasta con la primera versión que la mujer había dado. El padre negó en todo moento que estuviese en La Peñona en el momento del suceso y que presenciara la caída de los niños.

"Ante la declaración de la madre", explicó el juez, "tenemos ahora dos declaraciones contradictorias. Nosotros en principio tenemos que creer las dos versiones, pero como hay indicios razonables de que el padre estuviese allí, por la misma razón que motivó el auto de prisión de ella -imprudencia temeraria, por llevar a los niños de noche a un lugar peligroso y falto de luz-, si estaba el marido allí lógicmente este delito también le sería imputable".

García Lagares añadió que por circunstancias de lugar y hora la declaración de María Jesús Jiménez es verosímil. Según el último relato de la madre de los niños, su marido, del que estaba separada, se encontraba en La Peñona en el momento de producirse el accidente.

María Jesús trataba de escapar del hombre, mientras éste intentaba hablar con ella. En un determinado momento, se produjo una discusión entre ambos y fue cuando los niños se precipitaron l agua.

La desaparición de los cuatro niños -tres de los cuales no han sido localizados hasta el momento- se produjo en la noche del pasado 26 de noviembre, en el acantilado de la Peñona, junto a la playa de Salinas, en el concejo de Castrillón.