Según consta en la sentencia, el juez estima que el vehículo, un Citröen "Xsara Picasso", tenía evidentes defectos de fabricación.

Desde la compra del vehículo, el propietario tuvo que acudir al taller en trece ocasiones al detectar problemas, entre ellos la falta de respuesta del pedal del acelerador, ruidos y chasquidos en las puertas y vibraciones localizadas, tanto en el motor como al frenar.

La sentencia considera probado que "los defectos existieron y otros aún existen, que el vehículo entraba y salía del taller, que se produjeron montajes y desmontajes y sustituciones de piezas sustanciales y que ello impide el normal uso y disfrute de quien compra un vehículo nuevo".

En el fallo, que ha sido recurrido por Citröen España, el juez condena a los demandados a asumir la devolución de vehículo con el reembolso de su importe íntegro, 16.770 euros.