En un auto hecho público hoy, Juan del Olmo, en contra de la opinión del fiscal, deja en libertad provisional y sin fianza a Estefanía Maurette Díaz por considerar que hay "escasos elemetos de incriminación" contra ella.

En el caso de Eduardo García Macías, el juez considera que el arraigo familiar del acusado, así como su edad, la normalidad de sus relaciones interfamiliares y el hecho de que carezca de antecendentes penales son suficientes como para decretar su libertad provisional bajo fianza, en lugar de su ingreso en prisión incondicional, como pedía el fiscal.

En su auto, el juez prohibe tanto a Estefanía Maurette como a Eduardo García Macías abandonar el territorio nacionl, por lo que les obliga a entregar sus respectivos pasaportes al juzgado y a presentarse ante éste una vez a la semana.

Sin embargo, el fiscal del caso, que ha recurrido la puesta en libertad de ambos, argumenta que hay riesgo de que ambos se fuguen, ya que tanto Estefanía Maurette como Eduardo García Macías están "relacionados con oganizaciones y grupos que podrían facilitarles su huida y ocultación".

En un escrito hecho público hoy, el fiscal señala que los hechos que se les imputa "tienen relción con organizaciones anarquistas con conexiones internacionales, por lo que encontrarían auxilio en el extranjero".

Además, en el caso de García Macías, el fiscal agrega que, "aunque no tenga antecedentes penales o policiales, tiene reconocida su pertenencia a movimientos radicales y su participación en manifestaciones de rechazo al sistema" y ha reconocido también que "ha mantenido contactos con miembros de las bandas terroristas Grapo y ETA que se encuentran en prisión".

¿ESCASOS INDICIOS?

En cuanto a Estefanía Maurette, el fiscal considera que los elementos de incriminación contra ella no son de ninguna manera escasos, como argumenta el juez encargado del caso, Juan del Olmo.

En este sentido, recuerda que durante el registro efectuado en su vivienda se encontraron recortes de prensa relativos al envío de las cartas-bomba a periodistas, así como diverso material que pudo haber sido utilizado para la elaboración de los artefactos y direcciones de establecimientos que comercializan producos de pirotecnia.

Además, señala que en el registro se encontró una lata de sardinas igual a la que se empleó para el paquete-bomba enviado al periodista Raul del Pozo y que sólo se vende en el centro comercial en el que trabaja la acusada.

Asimismo, el fiscal señala que, además de reconocer su pertenencia a movimientos anarquistas, Maurette ha admitido que su participación en actos de protesta contra el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) y que ha visitado personalmente a presos qe están sujetos a dicho sistema.

Tanto Eduardo García Macías como Estefanía Maurette han sido imputados por su presunta relación con el envío de siete paquetes-bomba a periodistas entre el 25 de abril y el 19 de octubre de este año.