Jazztel sostuvo durante el juicio que los incumplimientos de Telefónica habían retrasado su plan de negocio, pues pretendían disponer durante el año 2005 de un importante número de centrales para lanzar su producto de 20 megas.

La operadora denunció que la actuación de Telefónica retrasó el lanzamiento del producto y restringió su capacidad de competir, ocasionándole pérdida de clientes potenciales y bajas de otros interesados en su oferta. Por ello, Jazztel reclamaba 337,36 millones de euros.

Sin embargo, el juez reduce dicha cuantía a apenas 695.530 euros, el 0,20% de lo reclamado por Jazztel, y niega un incumplimiento generalizado del contrato, pues finalmente Jazztel dispuso de las centrales solicitadas.

La sentencia establece una culpa leve de Telefónica en los retrasos, pero descarta que haya intencionalidad o voluntad de causar daño. Telefónica adujo que los retrasos eran puntuales y que no puede conocer, por temas regulatorios, con antelación los planes de sus competidores.

El fallo del juez apunta que las penalizaciones previstas en la Oferta del Bucle de Abonado deben ser interpretadas en forma restrictiva, ya que a Jazztel le puede interesar más que se imponga una pena a Telefónica que facilitar el cumplimiento del contrato.

Asimismo, la sentencia declara probados múltiples incumplimientos del contrato por parte de Jazztel, que determinan la propia responsabilidad de Jazztel en los retrasos de apertura de centrales que ella misma denunció.