"Soy militante de ETA", fue lo único que llegó a decir "Kantauri" al inicio del juicio antes de que el juez Hurtado, que presidía el tribunal, cortase por lo sano sus declaraciones y le reprendiese. "Le estoy preguntando si va a declarar por los hechos que se juzgan, no le permito más", le espetó el juez.

El etarra, quien efectivamente se negó a declarar a las preguntas del fiscal Juan Moral, está acusado por la Fiscalía de participar en el atentado que el 6 de agosto de 1987 sególa vida de los agentes de la Policía Nacional Rafael Mucientes y Antonio Ligero e hirió a una mujer que se encontraba en las proximidades.

La Fiscalía sostiene que "Kantauri", junto con los etarras Juan Carlos Arruti Azpitarte, condenado por estos hechos, y María Soledad Iparragirre, en situación de rebeldía, colocaron en el alto de Armentia de Vitoria un aparato cargado con más de 30 kilos de amosal que hicieron estallar al paso del coche patrulla en el que viajaban los agentes.

El Ministerio Público pide para él 125 años de prisión por dos delitos de asesinato, uno de intento de asesinato, otro de atentado y un último delito de estragos terroristas.

EL "TEATRO" DE LA AUDIENCIA NACIONAL

El incidente se volvió a repetir al terminar el juicio cuando "Kantuari" se disponía a hacer uso del turno de última palabra. "Siempre he dicho que en este teatro que es la Audiencia Nacional...", fue lo único que acertó a decir el etarra ya que fue cortado de nuevo por el juez Hurtado. "Por ahí no voy a pasar", afirmó el magistrado, y el juicio quedó visto para sentencia.

Durante el juicio declararon como testigos dos agentes de la Policía Nacional que seguían a pocos metros al coche patrulla en el que viajaban los dos policías fallecidos.

Ambos relataron cómo, cuando bajaban del alto de Armentia, escucharon una fuerte explosión delante suyo, aunque, a pesar de no estar a más de 30 metros del coche de sus compañeros, no pudieron presenciar el atentado porque la carretera describía una curva pronunciada.

Se bajaron del coche y fueron directamente carretera abajo hasta encontrarse con la escena del atentado. Los agentes constataron que sus compañeros habían muerto y se acercaron hasta una cabina para dar la noticia a sus superiores.

También como testigos declararon los miembros de ETA Juan Carlos Arruti, Iñaki Fernández de Larrinoa y Miren Pilare López -quien lo hizo por videoconferencia desde la cárcel-, todos ellos ya condenados por estos hechos.

Todos aseguraron que sus declaraciones ante la Guardia Civil después de ser detenidos, en las que inculparon a "Kantauri", las hicieron bajo amenazas. Tras el escuchar a los testigos, el fiscal Moral elevó a definitiva su petición inicial de 125 años de cárcel para el etarra.