La publicación agrega que Barbero, que tiene implantado un marcapasos en el corazón, fue víctima de la tensión que le provocó el acto al que había asistido esa misma tarde en la Universidad Complutense de Madrid, done fue homenajeado como jurista del año.

De acuerdo con la misma información, el magistrado fue dado de alta unas horas más tarde a petición propia y al día siguiente se encontraba ya en su despacho antes de las diez de la mañana, preparado para tomar declaración a varios testigos relacionados con Filesa, la empresa que supuestamente fue utilizada como "tapadera" para financiar de forma irregular al PSOE.

Fuentes próximas al magistrado declararon a Servimedia que Barbero goza de buena salud y aluderon al intenso trabajo que realiza al frente de la instrucción del caso como causa principal de su visible adelgazamiento.

Las mismas fuentes descartaron que el magistrado sufriera una crisis coronaria y explicaron que desde que le implantaron el marcapasos, hace ya 15 años, es habitual que se someta a revisiones periódicas.