Los hechos ocurrieron el pasado 30 de mayo, en el chalé en el que vivían los dos terroristas, situado en la urbanización Can Salgot, de Llissá de Munt, en el Vallés oriental.

El día anterior, los etarras lanzaron un coche-bomba contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic, causando la muerte de nueve personas, cuatro de ellas niñas.

A pesar de que el juez se ha acogido al secreto sumarial para no explicar el contenido de las conlusiones, el periódico comarcal de Vic, "Nou nou", asegura que en ellas se afirma que "la muerte de los dos etarras no es constitutiva de infracción penal".

La investigación aporta nuevos datos sobre las circunstancias de estas muertes. Juan Félix Erezuma disparó cuatro tiros con un subfusil durante el tiroteo con la Guardia Civil, mientras que Monteagudo no llegó a utilizar su arma.

Para el juez de Granollers, la Guardia Civil "cumplió con un deber legal" en la desarticulación del "Comando Barceona" de la banda terrorista ETA.

El sumario archivado recoge también, siempre según "Nou nou", que "la actuación de los guardias civiles tuvo criterios de necesidad y proporcionalidad del acto ejecutado en cumplimiento de un deber legal impuesto".

Tras la desarticulación del "Comando Barcelona", el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, inició acciones penales contra el diputado de Herri Batasuna Jon Idígoras, por sus declaraciones a favor de los etarras.

Idígoras manifestó que Monteaguo y Erezuma habían convertido sus vidas en "permanente entrega a la causa de la paz y la libertad". HB fue la única formación política que protestó por la muerte de los dos terroristas y que no condenó el atentado de Vic.