Schorr dijo que entre los 50.000 judíos que existen aproximadamente en España no existe un enfrentamiento de posiciones similar al que se registró ayer en Jerusalén, donde más de 250.000 ultraortodoxos se manifestaron para exigir la supremacía de las leyes religiosas por encima de las laicas, al tiempo que varios miles de militantes de izquierdas mostraban su oposición a las reivindicaciones de los "integristas".

"En España, los judíos teneos unas relaciones correctas con el Gobierno y la mayoría consideramos que debe existir una división entre la Iglesia y el Estado", dijo Schorr.

A su juicio, los ultraortodoxos de Israel han aumentado sus exigencias al Ejecutivo de aquel país porque han crecido bastante en número en los últimos años y ya no se conforman con las "concesiones" que hasta ahora le hacía el Gobierno.

Los "integristas" israelitas consideran que el judaísmo se está destruyendo porque han visto recortados algunos de sus rivilegios, como la exención del servicio militar, y las autoridades han corregido la aplicación esrticta de las leyes religiosas emanadas de la Torá.

Respecto a España, Carlos Schorr dijo que las relaciones con el Ejecutivo del PP son bastante parecidas a las que tenían con el PSOE. "Más que del partido en el poder, muchas veces depende más de la sensibilidad del ministro o el director de Asuntos Religiosos de turno", afirmó.

No obstante, dijo que los contactos con el Gobierno están ahora mismo arados porque también lo están las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado. "Nuestro avance depende en gran medida de la comunidad mayoritaria", señaló.