Los jubilados reclaman un fondo de pensiones para garantizar el cobro de las mismas en los próximos meses, ya que, según indicaron, los retrasos en su pago les están causando graves problemas.

El estado de salud de alguno de los encerrados, que en su mayoría tienen más de 50 años, es delicado, a pesar de que no están en huelga de hambre

Según los jubilados, el incumplimiento de los acuerdos por parte de la dirección de la empresa comenzó en el mes de julio de 199, al modificar unilateralmente las condiciones de sus pensiones, pactadas en algo más de 56.000 pesetas.

"Aparte de estos problemas, nos pagan cuando les viene en gana, habiéndose producido retrasos de hasta 3 meses", dijo uno los encerrados, quien agregó que estan participando "en más misas que nunca", al estar encerrados en una iglesia.