El simposio, bajo el título `La expresión canónica de la familia fundada en el matrimonio, en el umbral del tercer milenio' concluyó hoy, ha sido organizado por la Universidad de Navarra y ha congregado a 300 participantes. También han colaborado en la organización l Pontificio Consejo para la Familia y la "Consociatio Internationalis studio Iuris Canonicis Promovendo".

Juan Pablo II habló en la clausura de "los diferentes intentos por romper los lazos que unen el sentido esponsal de la sexualidad humana con la verdad del amor entre el hombre y la mujer, el matrimonio con la fecundidad, la familia con toda la sociedad. Junto a estos elementos inquietantes, nuestra época, quizá como ninguna otra anterior, ofrece al Pueblo de Dios y a la cultura jurídica de la comnidad humana la ocasión para una expresión canónica de la familia fundada en el matrimonio más rica y completa".

El Pontífice recordó que el matrimonio es para la Iglesia Católica "un gran misterio" y trajo a colación la intervención de la Virgen María en la Bodas de Caná, cuando advierte que los esposos no tienen vino e insiste: "Haced lo que El (Jesucristo) os diga".

"Y el Señor", concluyó el Papa, "convierte el agua en vino nuevo y mejor, signo del amor divino que transforma el amor humano y l hace vocación redentora y camino de santidad cristiana".