JUAN PABLO II CITA A LOS MISTICOS ESPAÑOLES Y A ESPAÑA EN SU LIBRO "CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA"

MADRID
SERVIMEDIA

El Papa Juan Pablo II realiza frecuentes citas de los místicos españoles, así como de la obra evangelizadora emprendida por España en América, y el enorme valor cultural y cristiano que para Europa representa Santiag de Compostela, en el libro de conversaciones con el escritor y periodista italiano Vittorio Messori, "Cruzando el umbral de la esperanza", y cuya edición española acaba de lanzar Plaza y Janés.

A una pregunta del periodista -curiosamente Messori cuando se dirige al Papa no emplea términos con "Santo Padre" o "Santidad", sino el "Usted"- sobre la evangelización, Juan Pablo II señala la gran oleada que a finales del siglo XV partió de España y Portugal.

"Esto es tanto más extraordinario, afirma enla página 122, cuanto que precisamente en aquel período, después del llamado cisma de Oriente en el siglo XI, se estaba consumando la dramática escisión de Occidente".

Seguidamente, el pontífice hace una referencia del valor del Quinto Centenario de la evangelización, con la intención "no sólo de recordar un hecho del pasado -señala- , sino de preguntarnos por los compromisos actuales a la luz de la obra realizada por los heroicos misioneros, especialmente religiosos, en todo el continente americano". Y al referirse al afán misionero emprendido en Oriente, su Santidad menciona a san Francisco Javier por la labor eficacísima que realizó en la India y en Japón, a pesar de la enorme resistencia que encontró.

A continuación (página 127) Karol Wojtyla recuerda la Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en Santiago de Compostela con motivo de su segundo viaje a España, en 1989. Y luego de precisar que la respuesta de los jóvenes fue extraordinaria y calurosa, se detiene en el valor que tradicinalmente han tenido las peregrinaciones al santuario del apóstol para el cristianismo; y, en concreto, "es conocido su papel en la formación de la identidad cultural de Europa".

Más adelante (página 192), a la pregunta de ¿para qué sirve creer?, el Papa Wotyla escribe que el hombre está obligado a buscar la verdad, pero "no puede ser constreñido a aceptar la verdad", incluyendo a quienes han intentado "convertir con la espada".

Y recuerda a este respecto que "la escuela católica española de Salamnca tomó una posición netamente contraria frente a las violencias cometidas contra los indígenas de América, los indios, con el pretexto de convertirlos al cristianismo".

SAN JUAN DE LA CRUZ

La mística española y especialmente la figura de san Juan de la Cruz, por la que Juan Pablo II siente gran fervor, calificándole de "el gran maestro de vida mística y de la contemplación", aparecen citados en varias páginas del libro. Realmente significativo resulta su descubrimiento de san Juan de la Cruz que rlata en la página 148.

Al rememorar sus años jóvenes de seminarista, Karol Wojtyla narra como gracias al laico Jan Tyranowski, al que considera santo, le dió "a conocer a los grandes místicos españoles y, especialmente, a san Juan de la Cruz", del que leía, antes de entrar en el seminario clandestino, especialmente sus poesías. Y añade: "Para poderlo leer en el original estudié la lengua española. Aquella fue una etapa muy importante de mi vida".

En la página 40, al responder sobre el sentido quehoy tiene la oración y sobre qué y cómo rezar, el Papa se apoya en la historia de la oración mística en Oriente y en Occidente, señalando los nombres de santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y san Ignacio de Loyola, entre otros.

El Papa señala que san Juan de la Cruz "propone el desprendimiento del mundo para unirse a lo que está fuera del mundo, y no se trata del nirvana, sino de un Dios personal". Y concluye en este sentido que "La mística carmelita se inicia en el punto en que acaban las refleiones de Buda".

(SERVIMEDIA)
25 Oct 1994
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