"Sin duda", añadió, "esa es una imagen que algunos voluntaria y premeditadamente han intentado buscar y que, en última instancia, lo que manifiesta es la necesidad de complementar l funcionamiento del sistema. Pero, en el actual presupuesto, por ejemplo, y no deja de ser una paradoja, la comunidad autónoma que recibe más cantidad de dinero es significativamente la Comunidad de Madrid".

Laborda manifestó que la característica de que en España las CCAA se relacionan con el Estado de gobierno a gobierno, a diferencia de otros países donde esa relación se hace a través de una Cámara federal, lleva a esa falsa impresión.

"Produce la confusión", dijo, "de que cada vez que un parido político mayoritario en una comunidad autónoma y con características nacionalistas negocia con el Gobierno decisiones para el conjunto de España, parece que está arrancándole al Estado o bien dotaciones presupuestarias o privilegios. Y no es cierto".

"En este plano, la Cámara territorial, con la reciente reforma aprobada", añadió el presidente del Senado, "quiere prestar un servicio para, sin sustituir el diálogo bilateral entre las CCAA y el Gobierno, que es la relación que establece la Constitucón, complementarla con un diálogo multilateral, donde estén también los grupos políticos, para plantear en común los problemas y los desafíos del desarrollo autonómico".

COOPERACION NECESARIA

Laborda explicó que el Estado de las autonomías, al tener unos niveles de descentralización como los estados federales, necesita técnicas de cooperación que son clásicas en esos Estados. "Sin embargo", dijo, "tiene dificultades para encontrar esas técnicas de cooperación porque no somos un Estado federal, es unEstado en el que la polémica política, incluso la competencia electoral cada vez que se produce, afecta al propio desarrollo del Estado de las Autonomías".

"No es bueno que quince años después de aprobada la Constitución", continuó, "sigamos planteando, aunque sea desde el plano inofensivo de una campaña electoral o preelectoral, la forma del Estado que configuramos todos, y además con un amplísimo consenso, en 1978. No tiene sentido que porque haya unas elecciones próximas en el País Vasco o unas inmdiatas en 1995 en el conjunto de las CCAA, estemos abriendo en canal el modelo del Estado, sin además proponer un modelo alternativo".

Tras señalar que el proceso de descentralización "ha sido vertiginoso", Laborda reconoció que este Estado "tiene que corregir seguramente muchos problemas estructurales, heredados de un centralismo que fracasó en la etapa liberal, y unas inercias culturales de entender a veces la idea de España a partir de la uniformidad".

En este sentido afirmó que "España es unanación política que contiene dentro de sí naciones culturales, como Cataluña, el País Vasco o Galicia, y esa es una realidad que no nos debe escandalizar. Sucede otro tanto en Gran Bretaña, donde el País de Gales o Escocia tienen esas mismas características. Lo que ocurre es que necesitamos tiempo para asentar esto".

Preguntado, si las competencias que han planteado los nacionalistas vascos en su negociación con el Gobierno distorsionan el planteamiento autonómico, Laborda dijo: "Afortunadamente la Costitución tiene unas reglas de juego claras. Aunque el PNV a veces intenta hacer interpretaciones, diríamos muy conexas con su manera de entender el Estado, creo que la doctrina constitucional e incluso la propia práctica política de estos últimos años indicaría la solución a esas hipotéticas o posibles transferencias a realizar".

"En ese sentido", añadió Laborda, "creo que también sería conveniente que las dos partes que están interpretando esa resolución del Parlamento Vasco confiaran en la capacida de análisis y en la capacidad de logro de consensos en la Comisión General de Comunidades Autónomas que hemos configurado en la reforma del Reglamento del Senado".